El pasado 5 de junio se celebro el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha propicia para promover en nuestro entorno la importancia de tomar conciencia de la protección de los recursos naturales.Como familia y entes sociales tenemos el gran compromiso de proteger el Medio Ambiente, ya que de esto depende nuestra calidad de vida y la de nuestros sucesores, así como el desarrollo de nuestro país.El medio Ambiente es el conjunto de todas las cosas vivas que nos rodean, de él obtenemos la materia prima que utilizamos para vivir. Es por esto que cuando atropellamos o hacemos mal uso de los recursos naturales, que tenemos a disposición, lo ponemos en peligro. El aire y el agua ambos indispensables para vivir se están contaminando, por tanto debemos hacer conciencia del uso que les damos. Defender el medio ambiente es parte de nuestro deber, ya que nos convierte en agente dinámico y así fomentamos la cooperación que nos garantizará un mejor futuro y un país más sano.Como familia podemos asumir actitudes tanto individuales como colectivas en defensa del ambiente, buscando soluciones que impidan su contaminación y degradación.El deterioro en que se encuentra el medio ambiente, exige que asumamos responsabilidades sobre la contaminación ambiental y los peligros que representan para el desarrollo de nuestra sociedad, con la finalidad de contribuir a contrarrestarlos.
Compromisos que podemos asumir
· Fomentar en nuestros hijos/as la aventura de sembrar un árbol en el entorno.
· Participar en actividades relacionadas con la conversación y preservación del ecosistema de país, previendo la deforestación y la contaminación ambiental.
· Asumir responsabilidades de protección del medio ambiente, tanto individuales como de forma colectivas.
· Analizar críticamente el entorno social y natural, vinculándonos a la problemática del ambiente.
· Hacer conciencia sobre la frase “no hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti”, esto con el objetivo de ver que nuestro entorno está rodeado de seres vivos que sufren nuestra falta de cuidado.
Debemos recordar que cuando hablamos de medio ambiente nos referimos tanto a los aspectos de la naturaleza como plantas, animales, suelo, aire, agua, así como a aspectos propios del ser humano y su cultura: ciudades, industrias, arte, ciencia, etc. Preocuparse del medio hoy, significa preocuparse por lograr mejores condiciones de vida para el ser humano respetando los procesos y componentes naturales del medio.
CÓMO CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE
Es importante tener una conciencia ecológica, pero lo primero que debemos hacer para contar con ella es darnos cuenta de qué es la naturaleza en realidad.
En el mundo hay mucha gente que desea hacer algo por la Tierra, por la naturaleza, los animales, etcétera, pero las campañas ecologistas no pueden ganar esta lucha solas, necesitan de la cooperación de todos nosotros. Por ello es importante destacar que para que esto se logre es necesario concientizar nuestros actos y tener una verdadera voluntad de cambiar en algo las injusticias que cometemos. Pero no estamos hablando de reprimendas como que no debemos tirar basura, que dejemos de maltratar a los animales o que cuidemos la capa de ozono, no, tenemos que partir de algo muy simple: dejar sentir un poquito nuestro corazón. Sólo es preciso sentarnos un momento a relajarnos para que nuestro cuerpo se libere de tensiones, entonces será la hora de tomar en cuenta todo lo que nos rodea, todo lo que Dios y la Tierra nos han dado. En ese instante lo único que tenemos que pensar es en la naturaleza, en su verdadera relevancia, en lo que ha sido desde el inicio de los tiempos. Lo más importante será que no la veamos como nos han enseñado en la escuela o como nos la han presentado como un simple objeto satisfactor, sino que debemos encontrar en nuestro ser su verdadero significado. Claman nuestro respeto


Las consecuencias de no cuidar el medio ambiente
El mundo ha sido testigo de las consecuencias ocasionadas por el maltrato del medio ambiente. La aparición de huracanes, la crecida del mar, el recalentamiento global y las lluvias incontrolables, entre otros, son sólo una faceta de las repercusiones que puede acarrear la falta de cuidado de nuestro hábitat. El mundo está siendo apaleado por el efecto invernadero (recalentamiento global), que no sólo provoca desórdenes ambientales como los ya mencionados sino que también acrecienta la presencia de enfermedades como el dengue, el paludismo y el hanta virus. Los síntomas del planeta tierra son más que obvios. En nuestro país, la reducción de los glaciares de la Patagonia y los Andes, las lluvias más prolongadas, los calores intensos en épocas invernales, las sequías, son sólo el principio. Se pronostica que al final de este siglo, el calentamiento global ascenderá entre 1.5 y 3 grados, sólo si los países más generadores de “gases de efecto invernadero” reducen la emisión de gases. Además, que todos los países comiencen a regular la eficiencia energética, ahorrar energía, cuidar los bosques, entre muchas otras opciones. Todo esto con el fin de lograr un objetivo
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